Sunday, March 6, 2016

La crisis de valores fundamentales en la Sociedad actual y la degradación del respeto a la vida con impunidad.

Como cambiar la percepción de los malos tratos, el egoísmo y la inseguridad ciudadana

Uno de los principales inconvenientes de la sociedad en el mundo contemporáneo, es que carece o no quiere respetar los valores morales, que representan la guía o el código de reglas que son necesarias para la convivencia social. En el mundo de la modernidad estamos viviendo unas condiciones de vida diferentes al pasado reciente, de la pasividad y la humanidad de servidores al bien común, hemos instituido la prevalecía de la violencia y el libertinaje como forma de vida, sin medir los resultados de nuestras acciones contrarias a la moral y las buenas costumbres. La violencia del día a día y el irrespeto al prójimo cada vez desagradan las libertades ciudadanas. El ser humano se ha deshumanizado y se ha convertido en una máquina de producir delincuentes que atentan contra la vida de personas honestas y no hay autoridad alguna que le ponga coto a tantos desmanes.El hombre en su modernidad ha aprendido las enseñanzas de sus antepasados y decide vivir el presente en una actitud despreocupada tanto por el futuro de el como el de su semejantes. Deja a un lado su núcleo familiar para satisfacer sus vanidades, no construye ni siquiera para sí mismo. la crisis por la cual atravesamos, no es una crisis de valores simplista, pasa por la actitud que asumen los gobiernos cuando apoyan a grupos de violentos que ellos mismos aúpan y protegen. el uso indiscriminado de la violencia, lo combate con más violencia produciendo la confrontación del bando que se defiende y así es imposible que exista una convivencia en paz y armonía.

Una de las razones de tantas violencia es materia de estudio de los psicólogos que escudriñan con mucho profesionalismo el comportamiento humano en todas las manifestaciones. Sin embargo pienso que los principios básicos aunque un tanto rudimentarios se aprenden en nuestra niñez con la guía de padres responsables, que van modelando paulatinamente la educación de sus hijos enseñándoles a ser buenos ciudadano de respeto y el estudio de la compresión de la opinión de los demás, aunque no la compartan. Hay muchos tipo de valores asociados al comportamiento humano, la honradez, dignidad, principio de no agresión, apreciar al prójimo con las virtudes y defectos, muchos otros más. Pero hay valores fácticos llamado valores de mercado en el sentido de que todo en la vida tiene su interés, el cual no distinguen lo bueno de lo malo son acomodaticio. Lo importante es que pueda satisfacer las apetencias personales, sin importar que un pueblo se muera de hambre, hay muchos regímenes que representan la filosofía y líneas maestras de hacer un gobierno leguleyo jugando con el bienestar de un pueblo que los eligió, hundiéndose en la miseria y obligándolos a seguir a un líder carismático, bajo consignas engañosas “ No importa que pasemos hambre pero tenemos patria “. A estas alturas esas frases infelices tiene cada día menos seguidores y en el despertar de ese letargo el pueblo reacciona aunque un poco tardío, cuando ya el daño está consumado. No hay culpables visibles, nadie se responsabiliza por el desastre y todo queda bajo el silencio y la impunidad.

En los regímenes democráticos se respeta la propiedad privada, sin encontrar subterfugios para apropiarse de lo ajeno. Los ciudadanos deben tener sus propiedades, casas, tierra, familia unida y además cultivar la amistad entre ellos, puesto que la virtud de la justicia es condición necesaria para mantener una cohesión sólida entre los actores de la vida ciudadana. Los sentimientos y el apoyo humanitario son imprescindibles como base impulsora, para moverse hacia El Progreso. Nada debe de venir de regalos persuasivos para la compra de conciencia, pues en la unión está la fuerza, se necesita trabajar duro para salir de la crisis. Es preciso abrir caminos seguros y coherentes en la juventud y a la sociedad en general, es decir que le den sentido de pertenencia a todos los actos de nuestras vidas.
En nuestra cultura se confunden los valores y antivalores, disfrazados por la presencia de fuerzas malévolas que dominan la crueldad. Las amenazas de una guerra económica inexistente que terminan destruyendo el aparato productivo, escándalos de corrupción y no hay culpables a título personal que se responsabilice del desastre. En las percepciones de régimen acusa de la crisis al “ Imperio “ pareciera que tenemos entonces dos gobiernos, uno malo a quien culpar y otro bueno que quiere pasar agachado y deslastrarse de la crisis.

Es necesario que cada uno de nosotros hagamos un acto de conciencia y meditemos un poco en qué hemos fallado. Algunos pecamos por omisión dejando que otros hagan el trabajo que deberíamos hacer y no lo hicimos. Otros como los regímenes de turno que están más pendientes en hacer uso de los dineros públicos para su propio beneficio y no le retribuyen al pueblo los beneficios necesarios para vivir una vida decente, ausencia de alimentos, medicinas, servicios comunitarios y pare usted de contar de una serie de necesidades insatisfechas. El común denominador pareciera ser muchas promesas accionadas por motores imaginarios que parecen impulsados por molinos de vientos, que soplan en sentido contrario llevándonos a una involución. La economía con niveles de eficiencias muy precarias parece que el resto de los países latinoamericanos se contagiaron del mismo mal que padecemos los Venezolanos y muchos prefieren guardar distancias ante ese virus mortal que pareciera no tener cura. Sin embargo Países como Argentina, Colombia, Ecuador y Uruguay entre otros, están tomando las medidas necesarias para reactivar el aparato productivo y hacen esfuerzos para reducir gastos innecesarios e incrementar la producción de los productos exportables. En cambio nuestro país Venezuela anda buscando dinero fresco no para hacer inversiones de capital que en el futuro le genera más ingreso, sino para solventar el tremendo hueco de déficit fiscal que en nada soluciona las mejoras del nivel de vida del Venezolano, pero si seremos cada vez más pobres e hipotecado las pocas pertenencias derivadas de nuestro petróleo. De la crisis no saldremos por ahora, hasta que no cambiemos el modelo rentista por otro capitalista que genere masiva producción nacional y el excedente para la exportación y captación de divisas.
Finalmente amigos lectores de este blogs, la crisis en nuestro país ha sido de incalculables proporciones. En los últimos 10 años según estadísticas de la Universidad Central de Venezuela, han salido del país 1.6 millones de personas de las 29 Millones de su población, cifra considerada como elevada si consideramos que en el pasado habían pocas migraciones, por el contrario recibimos muchos Colombianos, Ecuatorianos, Peruanos, Chilenos y Argentinos que venían a trabajar, había mucho empleo para todos. Hoy presenciamos la fuga de universitarios que emigran a Norteamérica y Europa en busca de nuevas oportunidades, la fuga de talentos que afectan a los diversos sectores, por demás indetenibles como consecuencia de altos niveles de desempleo y baja remuneración salarial, así como también por la carencias de los insumos entre otros las medicinas e instrumentos de hospitalización. País con muy precaria seguridad jurídica y pocas oportunidades para la llegada de capitales foráneos. Con mucho pesar pasaremos a la historia como el país en crisis y con pocas posibilidades de salir de ella.
Un comentario aparte merece el cierre de la frontera con el vecino país Colombiano, se dijo que combatiría el desabastecimiento y el contrabando, pero resultó no ser cierto y peor fue el remedio que la enfermedad y la crisis en el país continúa, la balanza comercial se inclina a mayores perjuicio para nuestro país y el gobierno persiste en mantener el cierre fronterizo.
Escrito Por Lindolfo Perozo
email: perozo.lindolfo@gmail.com

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