La obligación del Presidente de la República Bolivariana de presentar su memoria y Cuenta Anual ante la asamblea nacional

Con mucho interés y preocupación hemos escuchado las infelices declaraciones de Diosdado Cabello quien se toma la atribución de hablar en nombre del poder Ejecutivo, usurpando deberes y obligaciones que son de la incumbencia del Presidente Maduro. Amenaza que el susodicho no acudirá a la Asamblea Nacional, a rendir su memoria y cuenta que por ley le corresponde asistir al hemiciclo Legislativo. La reticencia de Cabello obedece en forma tramposa y leguleya, diciendo que si la AN no obedece al TSJ. El poder judicial debe asumir las riendas del país. Esto es visto como un golpe de estado a un poder legítimamente constituido. A juzgar por los conocedores del ordenamiento jurídico, no existe desacato que subordine la voluntad de un pueblo que ya se pronunció. El Presidente de la AN Henry Ramos Allup con la autoridad conferida por el pueblo soberano exige a Cabello, respeto a todos los diputados, basta de sabotajes y argucia para soliviantar los ánimos de los inefables colectivos del bando oficialista y provocar una rebelión sin sentido, solo con propósitos de tomar el poder legislativo por la fuerza.

Es conveniente recordarle a los insurrectos dirigidos por Cabello, el artículo 237 de la Constitución que dice: "Dentro de los diez primeros días siguientes a la instalación de la Asamblea Nacional, en sesiones ordinarias, el Presidente o Presidenta de la República presentará cada año personalmente a la Asamblea un mensaje en que dará cuenta de los aspectos políticos, económicos, sociales y administrativos de su gestión durante el año inmediatamente anterior." . Como se indica en lo expresado en el precepto constitucional, no hay posibilidad alguna de que el presidente evada su responsabilidad. Presentar la memoria y cuenta ante el TSJ viola la Constitución y el TSJ garante por el cumplimiento de las leyes no debe prestarse para hacerle la comparsa a Cabello y al régimen. Si eso ocurriera es un atenuante más para poner el tela de juicio al TSJ y acusarlo ante las organizaciones jurídicas internacionales. Cuando todo vuelva a la normalidad habrá que elegir un nuevo TSJ donde predomine la ley con justicia y equidad.

Escrito Por Lindolfo Perozo
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