La Ayuda humanitaria Internacional bien intencionada que no tuvo eco en el gobierno
Escenario histórico de los Hechos
Cuando nuestros compatriotas del Estado Vargas, se preparaban para festejar las navidades y recibir el nuevo año en paz y armonía, la naturaleza conspiró con sus deseos de disfrutar las pascuas al sufrir una de las peores catástrofes de sufrimiento colectivo vividas en el país. Durante veinte días continuos se registraron fuertes lluvias en el Litoral Central, dejando abundante caudal de agua sobre las faldas montañosas, ocasionando los días 14,15 y 16 de diciembre de 1999, un deslave de tierra, desprendimiento de rocas y vegetación de la serranía montañosa. Las zonas más devastadas por el alud de barro fueron las urbanización de los Corales y Carmen de Uria, por su cercanía en la parte baja de la falda montañosa. Para el año 1999 la población de Vargas era de 346.780 habitantes y las cifras de damnificados por el deslave en su área perimetral fue de 80.000 personas, 40.000 viviendas afectadas y un aproximado de 20.000 personas desaparecidas, una verdadera catástrofe sufrida por el pueblo Varguense
La Guaira región portuaria primer puerto del país, donde ingresan los principales productos de importación y salida de exportación, zona turística e industrial, donde tiene su ubicación el principal aeropuerto nacional e internacional del país a 25 Km de distancia de la ciudad de Caracas fue víctima de las consecuencias de los embates de la naturaleza y aun sus gobernantes por falta de un programa bien estructurado, no ha podido levantarse de los escombros.
Uno de los factores que ocasionaron el deslave fue, la falta de prevención, los conceptos esenciales del urbanismo. Alrededor del cauce de los ríos solo se pueden construir parques y zonas de paseos, de manera tal que si se presentase las vaguadas, las pérdidas sean menores, los ríos tienen su cause natural y por ser una área muy pequeña es muy complicado tratar de desviar su cause aún con un muro de contención. Por otro lado defensa civil de la zona había hecho un llamado a la colectividad y al propio gobierno sobre la conveniencia de abandonar temporalmente la zona, en previsión del aluvión de barro,tronco de árboles y abundante caudal de agua que llegaría a afectar las viviendas construidas en las laderas de la región montañosas. Las personas no se atrevieron a abandonar sus casas por temor a que fuera saqueadas por personas inescrupulosas y perdieran sus enseres y propiedades. El gobierno por su parte tampoco le ofreció a sus habitantes albergues donde vivir temporalmente hasta solucionar la crisis y todo quedó a la voluntad de dios y al sálvese quien pueda, de todos es conocido las consecuencias funestas para la ciudadanía de Vargas y su paralización de actividades.
En el escenario de los hechos se comenta que el día 15 de Diciembre de 1999 en horas de la noche el aumento del nivel de agua hizo que creciera el caudal de los ríos, formando corriente de lodo que bajaron de la montaña, atacando sin piedad y arrancando todo lo que consiguió a su paso, como casas de habitación, muros, postes de alumbrado eléctrico, los troncos de árboles y sedimentos rodaban con violencia a velocidades hasta de 40 Km/H y cubrieron todas las superficies planas elevando su nivel en 3 a 4 metros de altura hasta las adyacencia de los edificios y quintas de dos plantas.
Acuciosos periodistas que cubrían los hechos noticiosos del Palacio de Miraflores informaron que el presidente Chávez enterado cada minuto de lo que acontece, no le prestó la importancia debida y hizo alusión a una de las frases atribuida al padre de la Patria. Si la naturaleza se opone lucharemos contra ella y haremos que nos obedezca. Retar a la naturaleza es un exabrupto y debemos estar consciente que la naturaleza no se opone a nosotros los mortales, somos nosotros los que nos oponemos a ella.
Cuando la situación de los Varguenses era de mucho urgencia y criticidad, el gobierno de Chávez organizó un equipo de trabajo para el rescate de las víctimas, militares y equipos necesarios para atender a los damnificados y sus familiares para albergarlos en planteles escolares, refugios destinado a la protección de los que habían perdido sus hogares y acordonar la zona para proteger las pocas pertenencias en los sitios devastados. Helicópteros de rescate salieron del Aeropuerto de la Carlota con destino al centro de la tragedia de la Fuerzas aéreas venezolana, se estableció un puente aéreo, que volaba en la mañana y regresaba en la oscuridad de la noche, bajo una capa atmosférica de mucha neblina, escasa visibilidad. Ocurrió otra tragedia de uno de los helicópteros a su regreso a Caracas, se comenta que por la mucha bruma los instrumentos de medición de la orientación del espacio aéreo, no funcionaron, la tripulación donde iban cuatro generales de la fuerza aérea desviaron su ruta y finalmente el helicóptero se estrelló contra la zona montañosa, falleciendo todos sus ocupantes, triste noticia que enlutó a todo el pueblo Venezolano.
A pocos días del deslave la ayuda internacional apareció, muchos países del mundo ofrecieron su cooperación y ayuda humanitaria, entre el apoyo recibido se cuentan un equipo multidisciplinario de rescate, comida de artículos perecederos, medicina, agua potable, sabanas, vestidos, zapatos, asistencia médica, hospitales de campaña, materiales para la reconstrucción de viviendas y hasta dinero en efectivo.
Un hecho importante de destacar fue la ayuda humanitaria ofrecida por el Presidente de los Estados Unidos de Norteamérica Sr. Bill Clinton quien autorizo a través del Ministerio de la Defensa, donar 20 Millones de dólares en artículos de ayuda humanitaria para los damnificados Unos 120 militares de alto rango y marines toda una flota de apoyo de dos Barcos fletados con equipos potabilizadoras de agua, comida refrigerada, ropas, medicinas y equipo médico para atender las emergencia y evitar las epidemias. Tractores, bulldozer y maquinarias para la remodelación de escombros y materiales para construir viviendas de emergencia portátiles. En fin toda una ayuda humanitaria necesaria en estos casos.
La ayuda humanitaria del gobierno norteamericano, canalizada por las conversaciones del Embajador de USA en Venezuela con el Ministro de la Defensa General Raúl Salazar, como portavoz de ambos países,no tuvo la aceptación de Hugo Chávez, quien rechazó la ayuda humanitaria ofrecida, argumentando que no aceptaba la ayuda del imperio, considerando que ello representaba un compromiso para el gobierno arrodillarse ante las pretensiones capitalistas y no estaba en disposición de aceptar favores de un gobierno que mañana podría creerse con derechos a intervenir en los asuntos internos de Venezuela y en un acto de rebeldía propia de su personalidad, desautorizó a su Ministro de la Defensa por haber pactado sin el permiso correspondiente. Los Navíos y su tripulación, con todo su equipo de trabajo regresó a su base de operaciones sin haber logrado su cometido. Se especula que si se hubiese aceptado la ayuda humanitaria el Estado Vargas hubiere solucionado todos sus problemas, sin invertir ni un centavo para reconstruirlo. Hoy continúa en pésimas condiciones de habitabilidad que afecta drásticamente las labores cotidianas del litoral Varguense, que también afecta sus actividades orientadas al turismo, redes hoteleras e industrias portuarias, incrementando el desempleo y la criminalidad.
Finalmente a 16 años de haber ocurrido el desastre natural, el Estado Vargas sigue huérfano de una mano gubernamental que se duela de todos sus males que padece, la inversión para poner a funcionar su aparato productivo brilla por su ausencia, la red hotelera no existe, desapareció como por arte de magia. El Hotel Macuto Sheraton emblema de la industria hotelera cesó en sus funciones y la estructura del edificio está en ruinas y solo habitable por dementes, alcohólicos y personas de un mal vivir. Las personas que en el pasado pernoctaban en hoteles Varguenses dejaron de hacerlo y ahora lo trasladan a la capital de la República.Escrito por Lindolfo Perozo
email: perozo.lindolfo@gmail.com
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