Músico Barquisimetano admirado y siempre recordado por sus pasiones histriónicas del patrimonio musical y cultural de Venezuela.
Si pensamos en algo que nos motive a vivir más que la nostalgia, son los recuerdos del pasado que hace palpitar los corazones en la tertulia familiar y el apego al terruño que nos vio nacer, quiero referirme al polifacético Músico José Tomás ( CHICHITO ) Rosales. De origen humilde y de grandes méritos artísticos, sus obras inspiradas y dedicadas al patrimonio musical de su adorado Barquisimeto, el cual disfruto mucho en sus años mozos una carrera musical, contemplando el paisaje crepuscular Larense. Destaca su personalidad histriónica para divertir a su público con sus bellos registros musicales entre otros instrumentos el Piano de doble cola francés al mejor estilo de los grandes clásicos compositores como Federico Chopin.
Chichito tuvo el privilegio de nacer en una ciudad musical por excelencia, de mucha hospitalidad de grandes compositores y poetas que le dieron música a los poemas de amor, por sobre todo un espacio para disfrutar de la fraternidad de su gente. La vena musical le viene como una herencia de su padre José Rosales, Musico Chelista de la sempiterna Orquesta MAVARE y de sus estudios musicales en su ciudad natal, impartidos por la Profesora Doraliza Giménez que a la postre resultó un alumno muy aventajado, superando las expectativas de su maestra de música y hace de ella una profesión para toda la vida.
De Chichito se pueden decir muchas cosas Músico polifacético toca todos los instrumentos de cuerda y en su deambular por sus andanzas de buen Serenatero, muchos fueron los amoríos de las muchachas casaderas que lograron contraer matrimonio con su príncipe azul, por las canciones interpretadas por este encantador del amor y la amistad. Formó parte de varios Tríos, uno de ellos con justicia mencionar el de Napoleón Arráez el amigo entrañable ( Pololo ) y Víctor Rodríguez, grandes serenateros del romanticismo de la época. Fue fundador del grupo musical bailable Lisandro Alvarado. Pero Chichito en el devenir por la música romántica cayó en la trampa y fue capturado infraganti en su promesa matrimonial y es así como una dama de su terruño Rosario Morón logra conquistar al Valentino de su época contrae matrimonio y de esa unión nacen sus dos hijas Hilda Rosario y Yaritza Rosario, a la primogénita le compuso un bellísimo vals con quien ganó el festival Larense. Así mismo acompañó musicalmente a artistas como Marco Antonio Muñiz, Daniel Santos, José Luis Rodríguez, Henry Stephens y muchos otros de fama internacional, es solo una muestra de su trabajo que lo distingue de un músico de mucha jerarquía y admirado por su sentido imaginativo y su creatividad.
En su adorado Barquisimeto siempre se mantuvo ocupado y trabajando para llevar el sustento a sus familiares, trabajo en el Círculo militar, La Hostería y era una especie de Ave pajarito nocturno que con su trinar silbaba con su piano e instrumentos de cuerda, las notas musicales a la mejor manera de recordar a PABLERA en su deambular por los Centros nocturnos de la ciudad. Recibió importantes condecoraciones por sus méritos como Músico, testimonio de ello están El Mara de Oro, El cardenales de Oro y reconocimientos del círculo musical de cultores de la música del Municipio Iribarren de la capital. Chichito es un buen ejemplo para las futuras generaciones de músicos y personas del buen vivir con un trabajo para la cultura y la ciencias, este país necesita mantener el ámbito costumbrista del apego al amor por la música, para apartar a las nuevas generaciones de las tentaciones de vicio y los malos hábitos.
Con mucha nostalgia recuerda Barquisimeto la partida de CHICHITO hacia al imperio, reside en Miami en compañía de sus adoradas hijas, pero su incansable voluntad donde quiera que visita centros nocturnos, no puede ver un piano o un instrumento de cuerdas, porque no aguanta la tentación de deleitar a la gente con su música. Es muy conversador y gusta de rememorar sus andanzas de joven farandulero y buena memoria para recordar tantos amigos y compinches de su época, como su inseparable amigo Pololo y otros tantos cómplices de sus aventuras tertulianas en los centros nocturnos de su ciudad. Hoy lo ubicamos en Miami buscando una solicitud de residencia para permanecer en ella, hasta que las cosas mejoren en su país. Mantiene el horizonte de su mente lúcida añorando los compases musicales de las noches Larenses. Que Dios permita mucha salud y bienestar a Chichito que bien se lo merece.
El autor del presente trabajo conoce a CHICHITO por referencias no personal, pero gracias a la Sra. Morella Morello quien es prima hermana de su esposa. Sirvió de cómplice para suministrarme datos muy importantes de su vida y de los cuales gustosamente les hago llegar su lectura de tantos recuerdos en su largo peregrinar por la música del piano y los instrumentos de cuerda, que siempre acompañan al susodicho donde quiera que se encuentre. Para mí ha sido una experiencia gratificante y un orgullo, narrar sus inicios y sus aventuras, en su largo y fructífero deambular por la música popular autóctona. Espero que Chichito reciba este pequeño homenaje de su obra, con el mismo cariño expresado por el autor y congratulaciones por el inmenso honor de contar con su presencia salvando los obstáculos de las distancias que nos separan, pero la magia de los contactos a través del Facebook las acortan. Hasta una nueva oportunidad Amigo Chichito, siéntete bien con su conciencia por la labor cumplida y mereces un pequeño descanso para rehabilitar las energías y a sus hijas y esposa el mayor cuidado para él y al compás de Isidra La Veragacha quien en su hombro derecho cargaba una “Marusa” de piedras y en la otra la cañabrava con la que solía asustar a los muchachos, pero sin hacerles daños, pincelada por la musa de otro virtuoso de la música Larense Juan Ramón Barrios, damos por concluido el presente trabajo, a la consideración de los lectores de este blogs.
Escrito por Lindolfo Perozo con colaboracion de la
Sra. Morella Morello.
email: perozo.lindolfo@gmail.com
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