Pareciera una exageración hablar de un país secuestrado, cuando estamos acostumbrado a escuchar que los secuestros se efectúan a personas, por la vía de privarlos de la libertad sin derecho a ejercer su legítima defensa. Profundizando el concepto hay varias vertientes analógicas que manifiestan otras connotaciones. En primer lugar el país está secuestrado por el gobierno Cubano, sin lugar a dudas. Las viejas prácticas aplicadas en Cuba a su gente, fueron trasladadas a Venezuela y aparecen dos gobiernos, uno extranjero que subordina al nuestro bajo la figura de uno que secuestra y dirige las relaciones políticas, sociales y económicas y un segundo gobierno secuestrado que obedece, pero no tiene poder de decisión en lo más mínimo como para poner accionar las mejoras en las políticas ciudadanas. En el mundo no existe este híbrido de la novedosa forma de hacer gobierno y es así como el Presidente Maduro, vive más en Cuba recibiendo instrucciones de lo que debe hacer, que el tiempo que dispone en Venezuela para solucionar la olla a punto de explotar por no encontrar la forma de planificar y atacar los problemas que cada día se agravan y el país parece un gran hospital con enfermos terminales próximo a dormir el sueño de las injusticias.
La otra medida de secuestro las tiene el propio gobierno como poder Ejecutivo, secuestrando los otros poderes y hacer lo que le venga en ganas bajo la amenaza de intervenirlos y disolverlos de un plumazo por decreto presidencial. Eso está ocurriendo en un poder legítimamente constituido por la mayoría del voto popular el poder Legislativo. Una lucha de que yo te revocó y tú me revocas y los ciudadanos observando lo que pareciera una pelea callejera, sin visos de solución a la inseguridad que en Venezuela ha pasado de ser una percepción intimidatoria a una realidad innegable y con ello la ola de delitos de secuestros, cuyas estadísticas son alarmantes. Los poderes secuestrados por el gobierno sufren un proceso intimidatorio, de manera que cada Proyecto de Ley que aprueba el poder Legislativo en el hemiciclo, consensuada y aprobada por mayoría parlamentaria, una vez presentada el poder ejecutivo para el ejecútese y publicación en la Gaceta Oficial, es objetada por el presidente. Inmediatamente surgen voces de los poderes secuestrados apoyando al régimen, sin haber leído el contenido y la utilidad de la misma, en beneficio del país. El secuestro representa un alto costo social para el país, dada las complejidades que el mismo representa, atraso en la toma de decisiones oportunas, pérdida de credibilidad para el financiamiento en el funcionamiento del aparato productivo y pérdidas de oportunidades de hacer negocios rentables por la sensación que tienen los que empresarios foráneo de establecer empresas en Venezuela por la inseguridad jurídica y por la observancia de un país mal administrado.
En régimen socialista parece institucionalizar la política de la inseguridad y consecuencialmente el secuestro disfrazado con un manto de legalidad que asombra a propios y extraños. Siempre lo asocian con los movimientos subversivos de “ Guarimbas” que según ellos atentan con el orden constitucional y La Paz social. Los llamados guarimberos es la gente común que no consigue comida a pesar de hacer largas colas buscando el sustento familiar. Las protestas son repelidas por la policía represivas del régimen, violando el legítimo derecho de reclamar los alimentos, medicinas y bienes y servicios deficientes. Resulta y acontece que la precariedad por el servicio de electricidad, con motivo del bajo nivel de agua para impulsar las turbinas generadoras de electricidad en el GURI, Maduro le exigen a las Damas que dejen de utilizar secadores de pelos para bajar el consumo eléctrico, semejante ridiculez. Hay otra propuesta de un acucioso periodista opositor, quien sugiere apagar los Televisores cuando se encadene Maduro y El Mazo en sus programas de largas peroratas y reconcomios. Resumiendo es el propio gobierno quien consume más energía eléctrica en sus oficinas públicas, que dicho sea de paso es el principal moroso, no paga el servicio prestado, comienzan pagando y haciendo uso irracional del servicios, las oficinas públicas el aire acondicionado y el alumbrado público funciona las 24 horas del día.
Como Uds puede apreciar las políticas del secuestro las tiene instituida el propio régimen, con su accionar privando de gustos y preferencias al propio pueblo. Él decide cuándo debemos hacer las necesidades fisiológicas para gastar menos agua. Utilizar la TV lo menos posible para consumir menos electricidad y parar un poco el pico de los buenos comensales de comer solo día veces diarias, porque en Venezuela hay mucha gente gorda hipertensa que consumen mucha medicina, prohibido enfermarse porque no hay medicinas para todos. Si Ud amigo (a) lector no desea que lo sigan secuestrando, siga protestando colectivamente hasta que este gobierno deje la peluca. Todo parece indicar que vienen por fin tiempos de cambio y todos seremos los protagonistas de este nuevo renacer de las libertades ciudadanas. El triunfo está de nuestra parte y las oportunidades de salir de este calamar es ahora que se está cayendo y sin derecho a retorno. Los sueños y las profecías se cumplirán al pie de la letra y no hay tiempo que perder, recuerden que el tiempo perdido en cosas banales los santos lo lloran y nosotros sufrimos. ahora y para siempre. Que La Paz y la bondad sea la guía del nuevo gobierno.
Escrito Por Lindolfo Perozo
Email: perozo.lindolfo@gmail.com
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