Con mucha curiosidad es interesante comentar lo expresado por periodistas acuciosos en torno a otras de las preferencias del extinto presidente Hugo Chávez, en relación con la Santería Cubana de Babalawos que deambulaban como cualquier ciudadano común en los Sótanos del Palacio de Miraflores, donde era común las prácticas de brujos llamados Palo Mayombe, que veneraban el culto satánico a los muertos de la más oscura raigambre. Según el Santero Carlos Valdez residenciado en Miami, cuenta la historia de cómo se inició Hugo Chávez en la Santería, cuando aún no era presidente. Sus primeros contacto los hizo a través de un Santero apodado Apito, cocinero de un restaurante donde Chávez comía el pollo a la cubana. Luego Chávez tomó interés y le manifestó que quería ser de la corte Chango de origen africano e inmediatamente se hicieron los contactos y refiere el santero Valdez que él lo inició en un ritual vestido de rojo sin saber de qué persona se trataba, al paso de los años se enteró el que después sería presidente de Venezuela. Desde aquel entonces Chávez se rodeó de brujos y hechiceros, porque creía firmemente que de esta forma estaba blindado y acumularía más poder. Buscaba afanosamente cualquier persona para que le leyera las cartas, y cuanto brujo había en Venezuela inmediatamente solicitaba sus servicios, inclusive la lectura de las manos, eso hizo que en tono despectivo denigraba del catolicismo, diciendo que los Sacerdotes tenían el diablo debajo de la Sotana. Llegó a decir que a todos los esperaba en infierno para que le rindieran cuentas al diablo, porque eran unos mercenarios que tenían propósitos de derrocarlo.



Haciendo un poco de historia los presidentes Venezolanos en menor grado han sido muy proclives a los actos de brujerías, desde Joaquín Crespo quien se dice tenía su brujo particular, pasando por Rómulo Betancourt y sus hechizos en la pipa que fumaba, como un amuleto de protección personal y hasta Luis Herrera Campins de quién se dice fue muy supersticioso, siempre llevaba su pepa de Zamuro encima. Del mismo modo hubo hechos de vandalismo en los cementerios, específicamente en el general del Sur, cuando se produjeron decenas de tumbas profanadas, como la del propio Joaquín Crespo, cuyo cuerpo se desconoce quién lo profano y dicen que debió estar en algún laboratorio de medicina objeto de estudio de anatomía particular, ningún gobierno se ocupó en investigar y apresar a los profanadores de tumbas.
En el año 2010 se produjo un hecho noticioso no muy bien visto por la colectividad Venezolana, por instrucciones del entonces presidente Chávez, se profano la exhumación de los restos mortales del Libertador Simón Bolívar, con la escusa de que fue para determinar de qué murió el prócer. Los Babalawos hicieron un ritual de la religión Palo Mayombe o Paleros, cuyo objetivo fue el de coronar a Chávez en el poder y alejar a las fuerzas opositoras que pretendían tomar el poder por la fuerzas, a través de un supuesto golpe de Estado. En las fuerzas vivas del país se comenta que aquellos que intervinieron el profanación, sufrieron un duro castigo por la justicia divina. La gran mayoría de los profanadores como Luis Tascón, Clodosbaldo Russián, William Lara, el General Müller Rojas, Lina Ron y el propio Chávez, como cosa curiosa ya no pertenecen a este mundo terrenal. La justicia divina no distingue de posición política por muy importante que esta sea, siempre habrá un castigo ejemplar para quienes hagan actos de vandalismo perjudicando a otros en beneficio personal. Cada persona se hace su propio destino y es responsable a título personal, nadie paga por los daños causados por otros.
Así concluimos a groso modo las andanzas de Chávez por el esoterismo y la brujería, espero que lo tomen como una referencia, no pretendemos juzgarlo pues no fue nuestra intención hacerlo, cada quien está en libertad de sacar sus propias conclusiones.
Escrito por Lindolfo Perozo
email perozo.lindolfo@gmail.com
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